lunes, 6 de mayo de 2013

Etapa de resistencia


Decadencia del movimiento insurgente 
En 1816, la lucha insurgente se encontró con un vacío en el poder, a nivel nacional, como
consecuencia de la muerte de Don José María Morelos y Pavón. Pero a nivel regional existían notables caudillos que siguieron la lucha insurgente, tales como: Don Vicente Guerrero, Don Guadalupe Victoria, Don Nicolás Bravo, Don Manuel Mier y Terán; pero que no pudieron unificar en un centro de poder todas las partidas insurgentes y que éstas reconocieran a un solo caudillo como jefe indiscutido.

La misma situación prevaleció en cuanto a la ausencia de un órgano de gobierno, que reemplazara al disuelto Congreso.

Calleja persiguió con seña y crueldad a los insurgentes; destruyó e incendió pueblos, fusiló a quienes se le oponían y permmitió que sus tropas se dedicaran al pillaje y controlaran el comercio en los lugares que operaban. Uno de los jefes realistas que se distinguió en estas actividades fue Agustín de Iturbide.

En la Nueva España, al consolidarse el régimen absolutista de la metrópoli se hizó un cambio de virrey, Don

Juan Ruiz de Apodaca sustituyó a Calleja, en septiembre de 1816.

La política pacifista de Apodaca al ordenar buen trato para los prisioneros insurgentes y ofrecerles el indultó, animó a muchos a dejar la causa independiente. 

Francisco Javier Mina




En 1817 cuando la lucha por la independencia se extinguía, ingresaron en la guerra nuevos
elementos. 
Francisco Javier, nacido en Navarra el 1 de julio de 1789, quien se afilió con entusiasmo en las filas liberales. Estuvo prisionero en Vincennes y de ahí salió bien relacionado con grupos masones, liberales, comerciantes ingleses y emisarios norteamericanos que prohijaron sus planes de combatir el absolutismo no sólo en la península sino en América. En Londres, Mina se vinculó con emigrados liberales españoles, hispanoamericanos y de otras nacionalidades entre otros con fray Servando Teresa de Mier, y en esa ciudad obtuvo un navío, oficialidad española, inglesa e italiana y partió en mayo de 1816 hacia Estados Unidos. En Baltimore, uno de los puertos, como Norfdk y Filadelfia, más socorridos por los emigrados, por conspiradores, corsarios y toda suerte de aventureros, consiguió mayores recursos, ahí zarpó hacia México y con 300 hombres desembarcó en Soto La Marina el 15 de abril de 1817. Lanzó varias proclamas a los mexicanos anunciándoles que "un amigo de la libertad venía a auxiliar a los ilustres defensores de los más sagrados derechos del hombre en sociedad y a luchar por la emancipación de los americanos que sería útil y conveniente a la mayoría del pueblo español, tanto en lo mercantil e industrial, como para el establecimiento de gobiernos liberales." Levantó un fuerte provisional en aquel punto y se internó al país, en donde pensaba encontrar apoyo en los grupos de Pedro Moreno y del padre Torres.

Llegó acompañado de un puñado de valientes al fuerte del Sombrero en donde encontró a Moreno. Venció en Valle del Maíz a Villaseñor, en Peotillo a Armiñán, y en San Felipe a Ordóñez. No pudo romper el sitio que Liñán puso al fuerte defendido con heroicidad y en donde perecieron algunos de sus acompañantes como Young, ni tampoco socorrer al fuerte de los Remedios ni tomar Guanajuato. El 27 de octubre, sorpresivamente, se le capturó en el rancho de El Venadito y se le fusiló frente al fuerte de los Remedios, a la vista de sus compañeros, el 11 de Noviembre de 1817. 

Guerrero



Héroe del Sur, consumador de la Independencia Nacional. Nació el 10 de agosto de 1783, en Tixtla, de familia muy modesta perteneciente a la clase indígena, al parecer con fuerte porcentaje de sangre negra.

Inició su brillante carrera militar a las órdenes del célebre don Hermenegildo Galeana, en la
división que Morelos, por encargo de Hidalgo, organizó en el Sur. Se distinguió por sus acciones militares, y su nombre se empezó a mencionarse en la batalla de Izúcar, el 23 de febrero de 1812, donde derroto al brigadier español Llano; en esta batalla ostentaba el grado de capitán. En la toma de Oaxaca ya tenía el grado de Teniente Coronel. Combatió tenazmente a los españoles en el sur de Puebla. En 1813 recibió el encargo de Morelos, y lo cumplió exitosamente, de tomar el tabaco y el cacao en las inmediaciones de Tehuantepec; estos productos habían sido desembarcados en
Acapulco y se enviaban a la Ciudad de México. En 1814 ya figuraba entre los principales Jefes del movimiento insurgente.

Al morir Morelos en 1815 mantuvo viva la llama de la independencia. Entre 1816 a 1820 el
movimiento insurgente se limitó a una lucha de guerrillas con pocas posibilidades de éxito, dado que, junto al aumento de la fuerza militar realista en Nueva España, se sumó la política de amnistía decretada por el Virrey Apodaca, debilitando senciblemente al grupo insurrecto. Sin embargo un acontecimiento externo haría posible la independencia en 1821, cuando en España, Fernando VII fue obligado por un movimiento popular encabezado por Rafael del Riego en enero de 1820 a jurar la Constitución de Cádiz con lo que se lograba poner fin al absolutismo, para dar paso al establecimiento de una monarquía Constitucional regida por principios liberales:

a. El reconocimiento de que la soberanía radica en el pueblo.
a. Regular e impulsar la educación pública.
a. Establecer la elección de diputados con facultad para elaborar leyes.
a. Instalación de ayuntamientos electos popularmente en todo pueblo mayor a mil habitantes.
a. La reducción del diezmo.
a. La expulsión de los jesuítas
a. Abolición de los fueros eclesiásticos.
a. Supresión de conventos y ordenes monásticas.

Esta situación provocó hondo malestar en los altos grupos de la iglesia, los peninsulares y criollos enriquecidos opositores a la independencia de la Nueva España, dadas las circunstancias era necesario apoyar la independencia para desligarse de España evitando así las reformas que amenazaban el poder que por 300 años habían ostentado.

Las campañas



Después del desastre de Puruaran y ya con el grado de Coronel, Morelos le hizo el mismo
encargo que años antes habia recibido de Hidalgo: extender la revolución al Sur. Se dice que en septiembre de 1814, solo con un asistente, caminó 80 leguas en los mayores peligros, hasta encontrar en Silacayoapan a don Ramón Sesma, llamado "el Manco", quien estaba bajo las órdenes de Rosains quien le había instruído en los mismos propósitos que Morelos a Guerrero.  Sesma lo recibió mal y lo envió con 50 hombres desarmados a Tehuacán donde estaba Rosains, aconsejándole secretamente a este último de no darle empleo alguno. Guerrero no se presentó a Rosains y se fortificó en el cerro de Papalotla. 

Estando en el cerro de Papalotla llegó el realista Don José de la Peña al mando de 700 hombres y acampó frente del cerro. Guerrero no podía luchar abiertamente contra los españoles pues solo contaba como armas con dos escopetas. Sin embargo, esperó a la noche, armó a sus 50 soldados con palos, atravesó el río Tecachi a nado y se arrojó con su tradicional valor sobre los enemigos, derrotándolos completamente y haciendo 400 prisioneros españoles. 

Después de esta acción se dirigió a Jocomatlan, donde fue atacado por el realista Félix la Madrid con una fuerza de 300 hombres. Guerrero sólo con el centinela y el tambor se lanzó contra los españoles, con lo que logró atraer a los nativos del lugar y derrotó al Jefe español. 

Poco después, en el cerro del Chichihuite, volvió a derrotar a de La Madrid. Derrotó y fusiló al español Joaquín Combe despues de ofrecer perdonarle la vida si se alistaba en las filas insurgentes. 

Guerrero decidió atacar Tlapa y para tal efecto envió, el 20 de julio de 1815, a su segundo el coronel Juan del Carmen, mulato de gran valor, como avanzada. Juntos atacaron Tlapa, cuya población fue asediada durante 20 días. El Jefe realista José Gabriel Armijo acudió en defensa de la ciudad. Guerrero venció a Armijo después de un encarnizado combate cuerpo a cuerpo, donde un soldado le atravesó el sombrero con la bayoneta y otro logró lastimarle el labio superior con el cañón de un fusil. En esta batalla Guerrero logró una brillante victoria. 

Guerrero, sin embargo, no pudo tomar la población de Tlapa porque recibió órdenes de Morelos para que se dirigiera a Izúcar; camino a este lugar supo de la infausta nueva de la prisión de Morelos. 

Con la muerte de Morelos, la lucha insurgente declinó; en efecto, Guerrero a fines de 1815 y principios de 1816 sostuvo varias acciones de armas, incluso en noviembre de 1816 sufrió una fuerte derrota en la Cañada de los Naranjos propiciada por el Jefe español Samaniego. El 16 de noviembre de ese año, Guerrero se vengó del Jefe español Samaniego, quien junto con de La Madrid, fue derrotado por el caudillo insurgente. A mediados de noviembre de 1816, Guerrero se hizo fuerte en Piaxtla donde resistió un par de meses. Guerrro continuaría sus campañas en el sur hasta el momento de la consumación de la Independencia.